La extra t es por teatro
Cautivo (lado A)
Recomendado a...
- Personas que buscan una obra con momentos intensos que hagan retumbar el corazón.
- Personas que buscan una obra que, como la vida misma, no es completamente feliz ni completamente triste.
- Personas que buscan una obra que desarrolla múltiples personajes interesantes.
Sinopsis
En una casa de villa cualquiera, en un Chile aún tambaleante tras la dictadura, se desarrolla una historia que incomoda e interpela. Cautivo nos sitúa en 1991, en los primeros años de la transición democrática, para ficcionar un hecho real: el secuestro de uno de los hijos de Agustín Edwards, figura de la élite chilena, a manos del Frente Patriótico Manuel Rodríguez Autónomo. La puesta en escena imagina este episodio histórico desde la intimidad de esa casa en donde la tensión se entrelaza entre lo cotidiano y el contexto histórico, el desgaste humano, la clandestinidad y la paranoia, en una convivencia forzada cargada de contradicciones y preguntas sobre qué es Chile y qué va a ser de él.
FICHA ARTÍSTICA:
- Dramaturgia: María Gracia Omegna
- Dirección: Andreína Olivari
- Asistencia de dirección: Javiera Mendoza
- Elenco: Catalina Saavedra, Pablo Manzi, María Gracia Omegna, Gabriel Urzúa, Rodrigo Soto, Andrew Bargsted, Rodrigo Pérez, Yair Jury.
- Jefatura técnica, diseño sonoro e iluminación: Alex Waghorn
- Diseño de escenario y vestuario: Francisca Correa
- Contenidos digitales: Agenciarrr
- Composición musical: Sergio «Tilo» González
- Producción: Alessandra Massardo.
Esta obra me tuvo demasiado tenso todo el rato. Creo que tocó uno de mis nervios sensibles de gente que no se aguanta entre sí pero están obligados a colaborar, todos quieren ponerse a pelear y pasan todo el rato incitándose pero nadie quiere lanzar el primer golpe, siempre está la amenaza de violencia pero nunca se quiere escalar a ese punto. El hecho de que el diálogo y los actores interpretándolos fueran muy realistas, increíble de ambos lados, aportó mucho a la atmósfera. Para ser honesto, me costó relajarme para reírme como estaba tan nervioso, la gente a mi alrededor se reía y yo estaba pa la cagá, pero en el buen sentido, disfruté mucho de la obra.
Me gustó mucho el conflicto de la obra, como todo rápidamente se iba a la mierda, pero al mismo tiempo nunca explotaba, como una olla hirviendo que sabían que iba a explotar pero nadie quería apagar el fuego.
Los personajes también estaban muy bien construidos. Revisando posteriormente el caso real por el cuál fue inspirado la obra, nunca me esperé que hubieran sacado tantas cosas de la vida real.